Juan Pedro Borrego

Este blog representa mi deseo de seguir sumando para el deporte canario.

lunes, 25 de abril de 2011

Un milagro llamado Gran Canaria

El conjunto amarillo suma su décimo octava victoria en la Liga y pugna por acabar quinto


Michael Bramos. ACB-PHOTO

Juan Pedro Borrego
Ya parece que da igual quién juegue en el Gran Canaria. En el tramo final de la temporada, el conjunto amarillo está exultante. El equipo que en la primera vuelta de la competición presentaba una credencial paupérrima como visitante, con dos únicas victorias, ha corregido el rumbo sobresalientemente. En Alicante se endosó el sexto triunfo del curso; y se afianza en la lucha encarnizada con Bilbao y Fuenlabrada por terminar la fase regular en el que hasta la fecha ha sido su mejor registro histórico, la quinta plaza.

Para el Granca no fue nada sencillo lograr la octava victoria de los últimos nueve enfrentamientos ligueros. El partido se gestó trabado, con un Meridiano que lucha a brazo partido por la supervivencia. Las complicaciones se multiplicaron con las faltas personales y los desquiciamientos de los dos hombres que deben marcar las diferencias en el equipo por su calidad, CJ Wallace y Jaycee Carroll. Pero lo dicho, el conjunto de Pedro Martínez ya no mira el dorsal de los que están en la pista. Sin estos dos compañeros centrados en lo que tenían entre manos, con Savané en el lateral agitando toallas y con Taurean Green en el traumatólogo recuperando el quinto ‘meta’, el resto se enfundó el traje de faena y con las espectaculares participaciones de Michael Bramos, máximo anotador, y Javier Beirán, el mejor valorado, le dieron una vuelta de tuerca a la competición tanto por arriba como por abajo.
La victoria noventa y cuatro como entrenador amarillo de Pedro Martínez en la liga tiene un valor emocional muy importante para el Granca. En un día en el que todo parecía torcerse, y en el que hasta el imberbe Óscar Alvarado sacó castañas del fuego como si fuera el más avezado cocinero, los amarillos se disparan hacia un final de temporada regular de alta tensión, con el compromiso de alargar su serie de triunfos consecutivos ante el Unicaja de Joel Freeland el próximo domingo en el Centro Insular de Deportes.
Para esos instantes es imprescindible que la plantilla se sienta integrada e imparte al completo. Tal y como ocurrió en el Centro de Tecnificación en el extraño, por el día de celebración –un lunes-, partido con el Meridiano Alicante. Los locales lograron en los primeros cuartos sus objetivos, sacar del partido con una defensa agobiante al máximo anotador de la competición, Jaycee Carroll, quien tampoco supo mantener la calma y dejaba el partido con una falta técnica a sus espaldas. Wallace tampoco le iba a la zaga. Entre los dos apenas sumaron 30 minutos de los 200 del equipo; y el encuentro se iba al descanso con un pírrico 27-29 en el electrónico.
Guantes aparte, Vidorreta y los suyos pudieron creer que tenían el partido encaminado cuando Carroll perdió los nervios con los colegiados en el ecuador del tercer cuarto y con ligera ventaja en el marcador (35-33). Pero lejos estaban de creer que ocurriría lo que ocurrió. Bramos les sacó muy pronto del sueño desde la línea de 6,75 metros. Y pese a que el Gran Canaria tampoco estuvo brillante desde el arco, fue en esta faceta donde acabó por desequilibrar el marcador, con el estadounidense, Beirán y Moran como maestros de ceremonia en diferentes momentos tras los que llevaron la diferencia hasta los 16 puntos de máxima (49-65) a falta de tres minutos y medio para el final, en los que el conjunto amarillo se dedicó un homenaje de acciones individuales propiciadas por un rival hundido y desesperado por ver roto el sueño de poder celebrar en casa lo que hubiera podido ser su permanencia virtual.

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