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Los jugadores del Alicante festejan el triunfo.ACB-Photo |
El Gran Canaria deja escapar un triunfo valioso ante el Alicante
Juan Pedro Borrego
Se acabó la racha de triunfos en casa para el Gran Canaria. El rival menos esperado, el colista de la ACB, Meridiano Alicante, arrancó un triunfo valioso para sus cuentas en una pista en la que su titular llevaba un año sin perder en la fase regular. 17 partidos después de aquella última ocasión, los alicantinos dejan tocados a los amarillos en la lucha por disputar la fase final de la Copa del Rey 2011 tras un partido en el que las defensas fueron notablemente superiores a los ataques y que se resolvió con un paupérrimo 52-53.
Si tus tiros no entran ni desde la línea de tiros libres, no encuentras al mejor de tus tiradores en los momentos decisivos, tu base se resbala en la jugada que puede ser definitiva y los árbitros se escatiman una acción defensiva aparentemente legal, poco tienes que hacer para merecer la victoria. Así le sucedió ayer al Gran Canaria. Semanas después de haber derrotado al líder en casa, el colista de la ACB se lleva un triunfo valioso del Centro Insular de Deportes y que puede pesar mucho, por no decir muchísimo, en la lucha por la fase final de la Copa.
El Meridiano Alicante del grancanario Carlos Cazorla, sacó a relucir sus dotes de matagigantes -esta temporada había ganado sólo dos partidos, pero ante Unicaja y Real Madrid- y se llevó un triunfo que no le vale para dejar su condición de farolillo rojo, pero sí para acercarse un paso a la zona verde de la clasificación. Con una defensa muy agresiva, en ocasiones al límite de la legalidad en todas las acciones, el conjunto de Txus Vidorreta propuso un encuentro muy igualado, en el que a Jaycee Carroll le costó acabar como máximo anotador, y al resto de sus compañeros entenderlo para llevarlo a buen fin.
De esta manera, con un inicio impropio de un conjunto ACB, el Gran Canaria se quedaba en unos pírricos cinco puntos en el primer cuarto, por los 12, tampoco buena marca, de los alicantinos. Después de eso, los amarillos parecieron entonarse, pero cuando la cosa se enfilaba hacia un destino feliz, con una renta de siete puntos en el marcador (30-23) en el tercer cuarto, una falta con técnica a Jim Moran propiciaba un parcial 0-7 que ponía las cosas otra vez como al principio.
El golpe afectó mucho a los locales y animó a los visitantes. Desde entonces, el partido era un va y viene para los dos conjuntos, con alternativas en el luminoso y también en la suma de despropósitos ofensivos. En esa rueda de intercambios al Gran Canaria le tocó la cruz en la recta final. Con 52-51 a menos de seis segundos para el último bocinazo, Taurean Green, héroe en días como el del Madrid, patinaba por la zona y lanzaba un balón a nadie. Andriuskevicius se lanzó a la contra y aunque taponada por CJ Wallace, los árbitros le concedieron dos tiros libres que volvían a poner a su equipo por delante (52-53) con cinco segundos por disputarse. En ese tiempo, al Granca le dio la oportunidad de un lanzamiento, pero la finta en el aire de Carroll para evitar la defensa de Cazorla desequilibró el tiro del norteamericano y la balanza positiva de los amarillos en la ACB.
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