El Gran Canaria pierde (75-74) en su último partido europeo…. y ya se verá hasta cuando
Wallace forcejea con Bozovic. http://www.cbgrancanaria.net/ |
El futuro europeo del Gran Canaria se pinta en gris. Los amarillos se despidieron ayer de la competición internacional con una derrota. En la pista del Hemofarm, los grancanarios, sin Savané ni Rey, sus dos ‘cincos’, y con el jovencísimo Samuel Domínguez jugando 30 minutos, perdieron por 75-74. Es un adiós a Europa por la puerta de atrás, y con unas perspectivas de retorno poco halagüeñas.
“Necesitamos ser séptimos en la ACB esta temporada para poder jugar la Eurocopa”, confesaba hace tiempo Agustín Medina, presidente del CB Gran Canaria. Horas antes de este partido en Servia, el dirigente amarillo se había reunido con Joan Senespleda, director general de la Liga española, para aclarar los balances económicos de los que la Asociación interpretaba que el club estaba en el camino de la disolución como Sociedad Anónima Deportiva. La caricatura de la ‘broma’ para una entidad propiedad de una institución pública se dibujaba mientras en el plano deportivo el Gran Canaria sellaba su partido internacional número 92.
En la cancha de Hemofarm, Pedro Martínez ensayaba lo que podía ser una representación más seria en el próximo fin de semana en la pista del Menorca. Los grancanarios necesitan una victoria en el enfrentamiento isleño de la ACB para mirar al futuro con la cabeza flexionada hacia atrás en lugar de hacia abajo.
En ese ensayo, Domínguez tuvo un papel importante. El pívot grancanario, hasta hace unas semanas disputando minutos en la Liga EBA -cuatro categorías más abajo que la ACB-, estuvo en pista durante 29 minutos y 21 segundos, para anotar seis puntos (tres canastas de cinco intentos, coger cinco rebotes (3 ofensivos) y dar una asistencia, aparte de contar para el quinteto inicial. En esas condiciones estuvo en juego más tiempo que Wallace y Nelson, los otros dos pívots que le quedan sano al Grancan en estos momentos.
Pero la pregunta es saber si el grancanario, al menos de manera inmediata, es la respuesta definitiva. En el próximo partido, si no se recupera Xavi Rey de su rotura fibrilar, tendrá, entre otras, una misión muy comprometida, frenar al brasileño Caio Torres. El pívot de Sao Paulo (2.11 metros) es un jugador físicamente muy superior y con bastante más experiencia. Pero después queda el resto de la competición, y en el entorno del equipo no se denota acción suficiente como para intuir un fichaje inmediato que reemplace la ausencia prolongada de Savané. Con ello, los ánimos de la plantilla se deterioran, el público pierde la confianza en un futuro esperanzador y la justificación de acudir a la cancha se pierde en el contexto carnavalero.
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