El Gran Canaria vuelve a la zona noble con raza

Carroll intenta anotar entre Hervelle y Banic. ACB-PHOTO

Victoria amarilla tras dos prórrogas sobre el Bilbao Bizkaia (90-82)

Juan Pedro Borrego

Valió la pena pasar una gran mañana de playa dominguera encerrados en el bullicioso Centro Insular de Deportes. El precio de la entrada se quedó pequeño ante el espectáculo que brindaron Gran  Canaria 2014 y Bilbao Bizkaia. Dos prórrogas tuvieron que disputar sendos equipos para dilucidar el ganador de un partido que devuelve a los amarillos a la zona noble de la clasificación. En un día en el que el baloncesto quería ser cruel con los de Pedro Martínez, sus jugadores tiraron de raza de campeones para lograr la décimo cuarta victoria, que dicho sea de paso, y aunque suene a broma no lo es, asegura la permanencia del Granca en la ACB por décimo séptimo año consecutivo.

Tomás Bellas conduce el balón. MYKEL/Canarpress

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                El Gran Canaria sufrió como nunca y le ganó como siempre al  Bilbao. Los dos equipos acabaron exhaustos tras 50 minutos de partido real que se prolongó durante casi dos horas. Los locales, que salvo en una ocasión, tuvieron ventaja en el marcador, volvieron a demostrar que saben controlar los momentos críticos de cada partido. Forzaron la primera prórroga, y defendieron la opción de la segunda, para dar con su momento en ella y dejar atrás sin posibilidades de remisión a un rival que ocupa la quinta plaza de la clasificación.

                La propuesta de los representantes bilbaínos fue agobiante. Katsikaris exigió a sus pupilos jugar al límite, y con la ‘complicidad’ de los colegiados sus argumentos defensivos desquiciaron tanto a los jugadores locales como a sus seguidores. Usando las manos y los brazos más allá de lo permitido, el Bilbao redujo ostensiblemente la fluidez anotadora de los de Pedro Martínez, a los que, para más ‘inri’ se les volvía la suerte en contra en muchos intentos de anotar aparentemente sencillos. Son sólo 28 puntos anotados en la primera mitad, Jaycee Carroll perseguido y acosado por Warren, y el Bilbao imponiendo el modelo y ritmo de juego que más le convenía, el futuro del Granca en la carrera del play off aparecía incierto y dubitativo.

                Pero fue tras la salida de los vestuarios cuando los amarillos demostraron su casta. En el tercer cuarto, los negados triples de la primera parte entraron con fluidez y el cuadro insular pasó de padecer su negada eficacia desde la línea de 6,75 a la dependencia de las cuatro canastas consecutivas que anotaron desde más allá del arco para mantenerse con opciones de victoria. No obstante, el Bilbao persistía en su opresión; volvió a tener hasta 7 puntos de ventaja (54-61) a cuatro minutos para cumplirse el tiempo reglamentario. El Gran Canaria necesitaba jugar con premura y bajo la batuta de Tomas Bellas supo hacerlo con acierto. Beirán empató por primera vez el partido desde el perímetro (62-62), y después de que Hervelle desaprovechara el regalo de los árbitros para poner la puntilla con una canasta y tiro adicional que erró (62-64), Carroll se sacudió el stress al que le sometía Warren con una nueva anotación (64-64) que mandaba el partido a su primera prolongación.

                Con ocho puntos en estos primeros cinco minutos extras, el escolta norteamericano sería el guía de los amarillos en una parte del encuentro en el que una vez más el Gran Canaria se vio a remolque en el marcador, y que precisó de una buena acción de Beirán, en este caso defensiva, para impedir que el intento triple de Vasileiadis resultara fatídico (73-73).

                Los depósitos de energía empezaban a dar señales de entrar en reservas para la segunda prórroga, y el Gran Canaria, de la mano de Carroll, supo hacer mella en la moral visitante en su primera acción. El de Wyoming anotó su segundo triple del partido, el que le iba a convertir ya en el máximo anotador de la jornada, y el Bilbao acusó el impacto. Vasileiadis recibió un tapón del debutante en el CID, Dejan Borovnjak, y en la siguiente acción, el serbio le daba al Granca por primera vez más de tres puntos de ventaja en el marcador (78-73), para que Wallace, otro de los hombres importantes de la mañana, dejara, con otro triple (80-78), el partido visto para sentencia a un minuto y medio de la conclusión.