Savané se retira de la cancha lesionado. ACB-PHOTO |
Juan Pedro Borrego
“Savané habló en el vestuario y estuvo perfecto”. Eso comentó Pedro Martínez, entrenador del Gran Canaria 2014, después de que su equipo se impusiera en un ajustado partido al vigente campeón de la Liga ACB, el Caja Laboral. Los amarillos habían empezado el choque con una alta dosis de eficacia defensiva y se relajaron en el segundo cuarto, pero tras la vuelta del descanso, donde conocieron la noticia de que su capitán se perdería el resto de la temporada por una rotura del talón de Aquiles de la pierna derecha, bloquearon la capacidad ofensiva baskonista, invirtieron el orden del marcador y terminaron con una victoria gracias a la prodigiosa actuación del inspiradísimo Jaycee Carroll (70-68).
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Carroll anota una de sus tres canastas del último cuarto. ACB-PHOTO |
Pero el capitán es fiel a su filosofía de vida; y lejos de dejar en la estacada a sus compañeros, empleó lo único que le quedaba, el verbo. Tras la arenga de Martínez en los vestuarios, llegó el refuerzo del capitán, que animó a los suyos a exprimir hasta las últimas consecuencias sus opciones para ganar al potente equipo azulgrana.
El Caja Laboral se había rehecho de un primer cuarto aciago, en el que la defensa amarilla les dejó en tan sólo ocho puntos por los 15 de los locales. Desde ese entonces, quizás contagiados por el dolor de su capitán, los representantes isleños flaqueaban para llegar a los lanzamientos exteriores de Ribas, Bjelica o Logan. Impotente en defensa, al Granca le flaqueaban las fuerzas y la credibilidad en ataque, y el Baskonia estiraba sus rentas hasta unos abrumadores once puntos (23-34), con un panorama un tanto ensombrecido por la imposibilidad para Jaycee Carroll de quitarse de encima las pegajosas defensas de los representantes vascos.
Lejos de ocupar el tiempo en las lamentaciones, el Gran Canaria regresó a la pista con los mismos bríos del inicio del partido. Defendiendo con garra y encendiendo la muñeca de Carroll (16 puntos en el tercer cuarto) y Bramos, los de Pedro Martínez volvieron a tomar las riendas del 'tempo' de juego y en el último minuto de un tercer cuarto impresionante, del electrónico (52-50).
El último parcial pondría a prueba la capacidad de los amarillos para resistir en situaciones extremas ante un Top-16 de la Euroliga. El Baskonia apretó hasta la extenuación en defensa, y a 18 segundos del final logró empatar a 68 un partido que parecía encaminado para el Gran Canaria cuando un minuto antes había logrado distanciarse 68-64. La historia de casi siempre parecía que se repetiría, pero Carroll no estaba dispuesto a permitirlo, cumplió con las órdenes de su capitán, y anotó otra inverosímil canastas en medio de una nube de defensores que iban dejando su sello defensivo cobre el escolta estadounidenses a cuatro segundos para el final y sobre la bocina del final de la posesión. 70-68 y el in extremis intento de Emeterio no pudo impedir la fiesta del 'Granca' ni diluir la ilusión de una sorpresa copera el jueves.
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